NO ENCUENTRO CAUSA SOCIAL, HISTÓRICA, POLÍTICA O JURÍDICA PARA EXPROPIAR EL CAMPESTRE: CARLOS MURGUÍA

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TIJUANA BC, 26 de abril de 2021.- Con un claro y atinado posicionamiento dirigido a la opinión pública, en relación a la expropiación del Club Social y Deportivo Campestre, por parte del Mtro. Carlos Murguía Mejía, se despertaron las redes sociales este lunes 26 de abril en Baja California.

El posicionamiento en cuestión el suscrito, señala apoyado en las bases del derecho que no encuentra causa social, histórica, política, jurídica, ni de utilidad pública, que justifique en forma alguna expropiar los terrenos y edificios del Club Social y Deportivo Campestre de Tijuana, A.C. constitutivos de su patrimonio.

Señala también, que el club se encuentra en esa ubicación en calidad de dueño y ejerce sobre los mismos la posesión jurídica y material, desde hace setenta años, en forma pública, pacífica, continua y de buena fe, sin oposición de terceros, de lo que cual dan fe los asientos del Registro Público de la Propiedad y de Comercio, los cuales en alguna ocasión tuve a la vista.

Así, la voz sólida de Murguía Mejía en su condición de abogado, maestro del derecho constitucional, quien además es egresado de la UABC, y cuya trayectoria lo ubica como un experto del derecho, además de sus claros antecedentes como servidor público, político, regidor, delegado federal de economía y secretario de gobierno que ha sido, le da el suficiente valor a su postura sobre el caso.

En dicho documento refiere que los actos del ciudadano gobernador de acuerdo a la constitución que nos ampara, son única responsabilidad del Poder Ejecutivo Estatal, por lo que habrá de aclarar y defender su proyecto de expropiación en su condición de señalada Autoridad Responsable, tal como se señala en los juicios de amparo interpuestos por los afectados por la proyectada Expropiación de su Patrimonio.

Textualmente, Carlos Murguía Mejía señala en esta misiva que, “no caeré en el juego electorero de candidatos oportunistas vestidos de redentores sociales, ignorantes del Estado de Derecho; ni prejuzgo sobre los actos de la Autoridad. Me es grato reiterar que en toda mi actuación pública y privada he buscado cumplir con las Leyes de la República y acotar mi actuación en todo caso y momento a lo que disponen y resuelven en ejercicio de su soberanía los HH. Tribunales del Estado y la Federación.

Quiero afirmar ante los bajacalifornianos, a mis paisanos tijuanenses en particular, que estoy perfectamente enterado y reconozco que con parte importante del patrimonio del Club Campestre se pagó en 1972 la indemnización a la empresa Inmuebles Californianos, Sociedad Anónima, ICSA, dejando a salvo el amenazado patrimonio de miles de familias tijuanenses.

Todo ello con el aval moral del Ciudadano Presidente de la República, Licenciado Luis Echeverría Álvarez, que firmó con los apoderados del Club Campestre de Tijuana el acta notarial correspondiente”, afirma en su posicionamiento.

Establece también que, “independiente de lo anterior, apoyado en la opinión de eminentes juristas y en mi propio juicio de profesional del Derecho, en el espacio garantizado por las leyes de la República, me permito expresar: Reitero mi respeto absoluto a los derechos humanos y a la propiedad privada y mi desacuerdo con el proyecto expropiatorio del Club Social y Deportivo Campestre de Tijuana, A.C.

Es un hecho que el patrimonio original del Club Campestre se ha engrandecido con las aportaciones de sus socios quienes le han resguardado libre de invasiones, de apropiaciones ilegales y de mutilaciones arbitrarias, las cuales por diversas causas fueron la constante a lo largo de los treinta años que gobernaron nuestro Estado administraciones emanadas del Partido Acción Nacional”, acota Murguía Mejía.

Alude en su texto que al lamentable caso del Parque Morelos, ubicado en la tercera etapa de la canalización del Rio Tijuana, mismo que de acuerdo a su palabra ha sido mutilado por la acción depredadora de empresarios ambiciosos y autoridades sin escrúpulos, unidos en criminal contubernio con el único propósito de enriquecerse en lo personal con la venta del patrimonio colectivo, como bien denunció el propio Ejecutivo Estatal.

Finalmente declara que “gracias al poder de voluntad de sus socios, el patrimonio original del Club Campestre se ha convertido en una hermosa área verde, auténtico pulmón urbano, respetable centro de convivencia social privado que con alto sentido humano fortalece efectivamente la convivencia en armonía, noble aspiración cívica y alta expresión de educación y cultura de la comunidad” firmando de manera respetuosa Carlos Murguía Mejía.